viernes, 22 de junio de 2012

Soy el chaval que no te coge el teléfono.

Compara. ¿Cómo ha sido mejor? Antes las llamas dolían, los recuerdos estaban empapados en gasolina y pensabas que había que conformarse porque es normal que los calderos y las fraguas sigan ardiendo y dañando el corazón hasta que la oscuridad detenga el reloj. Buscas. Porque no es agradable. ¿Qué hago? Buscas. Busco. Buscamos. ENCONTRAMOS, y no se apaga nada, pero llueve un poco y duele menos, y yo no te cojo el teléfono, pero cojo una melopea cada hora. ¡Ah, qué gusto sentir de repente un chorro helado que despedaza a Mefisto y le impide martillear durante veinte segundos o dos horas! No te engañes. Porque todo pasa. Y pasa. Y ya no se conforma con soplar el fuego. Ya no existe el fuego ni el agua. Se ha apagado y se ha evaporado. Sólo quedan unas ascuas que te hacen desear matar todo lo que tienes. Matarlo todo mientras lo miras a los ojos y sientes como los restos pútridos de las deshilachadas vidas que fueron todo lo que amaste se escapan de las pupilas del rostro cuyo cuello aprietas con las manos.

ANSIEDAD

martes, 5 de junio de 2012

True story

Una vez lei una cosa muy acertada. Decía que los polvos no eran buenos si encontrabas tu ropa a la primera. Y la verdad es que tenía razón, pensé en situaciones opuestas y era verdad. Una vez conocí a una chiquita que era bastante cerda y tal, ¿sabéis?, y bueno, fue un polvo bastante deprimente, de esos que tienes que hacerte tu mismo la paja delante suya para correrte. Puse una excusa mala mala y le dije que se tenía que ir, y efectivamente, tardó menos de dos minutos en vestirse.

Poco después conocí a otra que era un poquillo fea, pero tenía buen cuerpo y además un buen sentido del humor, que parece que no, pero es muy importante. Bueno, pues estuve con ella en mi habitación bebiendo litros y escuchando rap gangster de ese de turulos en lavabos y nah, estaba contandome una cosa que me daba igual así que le comí la boca y se puso cachondísima en un segundo, se transformo y se volvió una bestia. Un polvo de esos que tienes que morder un palo para que no se te rompan las cuerdas vocales. Terminamos y estuvimos un ratillo en la cama y ya me dijo que se tenía que ir. Tardó como treinta minutos en encontrar bragas, calcetines, camiseta y demás y vestirse. Hasta cogió el condón y lo tiró a la basura, que chica más maja.

lunes, 4 de junio de 2012

El regalo que siempre quise.

Cuando era pequeño y llegaba la navidad a veces no me regalaban nada. Otras veces me traían algún juguete al que no prestaba atención, ya que yo siempre quería otras cosas. Una de las cosas que siempre deseaba (y aún deseo) es una pistola. Siempre rezaba porque dentro de aquella caja con lazo hubiera una pistola semiautomática. Si me la hubieran regalado hubiera sido todo más fácil y divertido, hubiera disparado sin temblar a muchos chavales del colegio, a muchos profesores, a algún hijo puta del barrio y a unos cuantos familiares. Padres, regalad una pistola a vuestros hijos: les hará independientes, más fuertes y decididos a afrontar sus problemas. ¿Por qué dejar que el crío lo pase mal con determinados sucesos? Ayudadle de verdad. Eso sí, en casa guardad las balas bajo llave y solo dárselas cuando haya cruzado la puerta.