martes, 5 de junio de 2012

True story

Una vez lei una cosa muy acertada. Decía que los polvos no eran buenos si encontrabas tu ropa a la primera. Y la verdad es que tenía razón, pensé en situaciones opuestas y era verdad. Una vez conocí a una chiquita que era bastante cerda y tal, ¿sabéis?, y bueno, fue un polvo bastante deprimente, de esos que tienes que hacerte tu mismo la paja delante suya para correrte. Puse una excusa mala mala y le dije que se tenía que ir, y efectivamente, tardó menos de dos minutos en vestirse.

Poco después conocí a otra que era un poquillo fea, pero tenía buen cuerpo y además un buen sentido del humor, que parece que no, pero es muy importante. Bueno, pues estuve con ella en mi habitación bebiendo litros y escuchando rap gangster de ese de turulos en lavabos y nah, estaba contandome una cosa que me daba igual así que le comí la boca y se puso cachondísima en un segundo, se transformo y se volvió una bestia. Un polvo de esos que tienes que morder un palo para que no se te rompan las cuerdas vocales. Terminamos y estuvimos un ratillo en la cama y ya me dijo que se tenía que ir. Tardó como treinta minutos en encontrar bragas, calcetines, camiseta y demás y vestirse. Hasta cogió el condón y lo tiró a la basura, que chica más maja.

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