-¿Crees que deberíamos salir de la cueva? Llevamos ya mucho tiempo aquí dentro.
· No lo sé, aquí parece que se está bien. Tenemos un poco de comida y una hoguera, ya sabes que siempre nos entretenemos mirando las paredes y el salto de las ascuas.
-Lo sé, pero a veces pienso que me gustaría ver que hay fuera, conocer gente, pisar una flor, o plantarla, tengo dudas.
·Probablemente si salieses te caerías al suelo.
-¿Por qué?
·Porque afuera hay lobos, y asustan mucho. Una vez salí sin querer y los vi. Me tembló hasta el pelo.
- Pero, ¿eso qué importa?, te recuerdo que aquí tenemos armas y munición, podemos salir y defendernos.
·No te engañes, por muchas balas que tengamos nunca es suficiente. Siempre vendrán más lobos. Afuera necesitaríamos arcángeles cargados con la ira de los que reinan fuera de este mundo. Es muy complicado. Aquí, sin embargo, solo necesitamos dos balas, para cuando se apague el fuego.
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