miércoles, 15 de febrero de 2012

De las pajas con hombres de cuarenta años.

Era mi último día de trabajo en el hospital. Me habían despedido ese mismo día, sin previo aviso, me dieron un cheque y una patada. Sentí alivio, estaba hasta los huevos de las mierdas de los viejos, de madrugar y, sobre todo, de la panda de gilipollas que trabajaba allí. Dejé el uniforme, no me despedí de nadie y salí de allí. Cogí el coche, me encendí un cigarro y puse la música a un volumen insultantemente alto. Me sentía bien, me sentía liberado, y con un cheque en el bolsillo.

Llegué a mi barrio y compré unas cervezas. Fui al picadero, una zona de descampados en la que el sol quema y donde nadie molesta. Aparqué y me puse a beber dentro del coche, mientras la música seguía reventando mis oídos. Salí del coche y me apoyé en el capó, a disfrutar del sol y a beber. Entonces, un hombre de unos cuarenta años, gordo, salió de una furgoneta aparcada unos metros detrás mía y se dirigió hacia mí:

-Hola, ¿cómo va eso?
-Pues aquí, tomando una cervecita tranquilamente.
-Joder, yo vengo del curro y estoy harto, estoy igual que tú, relajándome con una cervecita.
-Al menos tienes curro, a mi me han echado hace un rato. Ni las gracias me han dado.
-Bah, no te preocupes por eso. Ya encontrarás otra cosa. Ahora lo que tienes que hacer es beber cerveza y echar un polvo.
-Lo de la cerveza es fácil, lo de follar ya llevo unos meses de sequía. Parece que se han escondido las guarras.
-Ya chaval, yo estoy igual, pero al menos me hago pajas a diario, y eso me relaja.
-A mí eso..ya ni me calma ni nada. Yo necesito algo más, creo que amor, pero me da mucho reparo y mucha pereza.
-Tengo revistas porno hasta en la furgoneta por si me entra un apuro jejeje. ¿Quiéres verlas?
-Naaah, gracias, no me apetece.
-Anda, vente y si quieres las vemos juntos y nos lo pasamos bien. Ya me entiendes.
-No, no te entiendo.
-Pues las vemos juntos y nos hacemos unas pajas ahí en la parte de atrás de la furgoneta, así nos relajamos juntos, ¿qué te parece?
-Me parece que eres un maricón.
-Jajajaja, no, no soy maricón, eso no tiene nada de maricón. Venga, anímate.
-Vete a tomar por culo, o a que te den, que parece que es lo que te gusta. Vete que la vamos a tener.


Y se fue y se metió en la furgoneta.


Ya ni una cerveza de relax puedo tomarme en mis dominios.


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