viernes, 10 de febrero de 2012

Días sin hipnos.

Tengo esos días a veces,
que mi cerebro actua como el spiz
hace todo lo posible para que no duerma.
Me quedo metido en la cama
y veo salir el sol mientras muerdo el aire,
mientras muerdo el techo.

Entonces me levanto y parezco un oso panda,
abro la nevera y saco una cerveza,
pongo una canción de esas
con las que puedes hacer 500km
y no darte cuenta.

Salgo a la terraza y el sol ya está puesto,
está caliente y solo,
como yo.

Llega un estribillo bueno y yo sonrío
mientras me meto la mano en los huevos.
Voy a encenderme un cigarro,
después de todo la vida
no está tan mal, ahora me siento bien
aunque las piernas me tiemblen.

Otra vez llegas tú al cerebro,
tú que eres como el spiz,
como un amigo muerto,
como miles de personas gritando
una canción que han escuchado mil veces
pero no pueden dejar de cantar-la.

Entonces intento dormir otra vez.
Putos pájaros.

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