miércoles, 22 de febrero de 2012

Horror

Ya hemos llegado al seco
y nos empezamos a mojar
que siempre hemos ido a muerte
y nos gusta demasiado perdernos
para luego encontrarnos.
Cuatro hielos y por la mitad,
fifty fifty lo puedes llamar,
másmola siempre esa expresión,
es como aceptar la soberanía
sobre tu vaso
pero no sobre tus acciones futuras.
Eh, vamos a calentarnos
las narices,
venga,
¿qué prisa tienes? dime, ¿qué te pasa?,
nada, solo que me gusta
calentarme la nariz
y pintar las carpetas con tarjetas
de la biblioteca.
Ya, pero, ¿qué te pasa?
nada, solo el rollo ese de olvidar,
de perderme y encontrarme,
apaga las luces,
que viene la nacional.
Otros cuatro hielos y un setentaycinco
veinticinco, que se me ha abierto
una herida en el alma
y en la nariz,
I need more and more.
Creo que han venido los guardias,
entremos,
y ya todo se difumina,
delirio etílico que nunca podré contar,
salvo que ya no quedan hielos
ni piedras en el bolsón.
Eh, sigamos, vámonos de gaupasa,
por cierto, ¿qué fue antes?
¿el huevo o la gallina?,
¿la gaupasa o el spiz?,
ni te imaginas lo que sufro,
que ansiedad me entra en la cabeza
cada vez que pienso en ti
y te echo de menos,
qué tonterías puedo llegar a decir
para intentar que me hagas caso.
Y nos secuestran a cuatro ruedas,
y lo próximo que veo es un tío reflejado
en un portal
solo y llorando.

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